TIGERS
Por Rosabel Argote y Mikel Mazkiaran

Refugiado por denunciar a Nestlé en Pakistán.

¿Puede una persona solicitar asilo porque está siendo perseguida y amenazada por una empresa transnacional (farmacéutica, alimenticia, petroquímica, del tabaco), con el beneplácito de un gobierno? A ese interrogante responde esta película, basada en hechos reales, sobre un “david” que se enfrentó a uno de los muchos “goliats” (concretamente, Nestlé) por su implicación en la muerte de miles de bebés en los países empobrecidos en los que distribuyó su leche en polvo.

PAÍS, AÑOIndia, 2014

DIRIGIDA PORDanis Tanovic

REPARTOEmraan Hashmi, Geetanjali, Danny Huston, Khalid Abdalla, Adil Hussain, Maryam d'Abo, Satyadeep Misra, Heino Ferch, Sam Reid, Supriya Pathak, Vinod Nagpal

ETIQUETAS TEMÁTICAS

Tigers es la película sobre la historia real de un hombre paquistaní llamado Syed Aamir Raza que, en la actualidad y desde hace años, vive tranquilo y en pleno anonimato como taxista y vendedor de coches de segunda mano en Mississauga (Canadá), pero la suya es en realidad una segunda vida.

Antes era un exitoso vendedor de productos médicos y alimenticios en su país natal, Pakistán, hasta que decidió denunciar las malas prácticas de las multinacionales alimenticias, que provocan la muerte de miles de bebés. La compañía concreta a la que denuncia, dentro y fuera de la película, es Nestlé, a la que  acusa de sobornar a médicos a través de mediadores como él a cambio de recomendar y recetar estos productos a sabiendas de que pueden provocar la muerte. De hecho, muchos enemigos se ganó Nestlé en los años setenta, cuando decidió lanzar una agresiva campaña que intentaba convencernos de que el uso de la leche preparada que la empresa comercializa es más ventajosa que la leche materna. ONG internacionales como War On Want denunciaron la muerte de miles de bebés en el llamado Tercer Mundo, como resultado de combinar el producto artificial (leche en polvo) con el agua no potable. Esta mezcla provocaba diarrea en los bebés, que morían sin que las madres pudieran hacer nada por haber perdido ya su leche materna.

Aunque en la película se cambian algunos nombres, se atreve a mencionar a Nestlé en unos breves fotogramas. En la cinta, su protagonista se llama Ayan, trabaja para una empresa ficticia y está interpretado por la estrella de Bollywood Emraan Hashmi. En la realidad, Syed Aamir Raza tuvo que salir del país para salvar su vida, pedir protección internacional y esperar meses hasta reencontrarse con su familia y aún más para comprobar que su denuncia llegaba a oídos de la comunidad internacional (sinopsis de Yorokobu).

CRÍTICA VeCINEMATOGRÁFICA

¿Puede una persona solicitar asilo porque está siendo perseguida y amenazada por una empresa multinacional? La Convención de Ginebra sobre el estatuto del refugiado contempla diversos motivos de persecución por los que se puede solicitar asilo: políticos, cultura, religión, etnia, etc. Sin embargo, en estos tiempos de globalización, no sería descabellado pensar que alguien tuviera que huir de su país porque alguna corporación industrial le amenaza y puede poner en riesgo su vida o la de su familia. Pues bien, esto es precisamente lo que le ocurre al protagonista de esta película cuando se enfrenta a la industria de alimentación más grande del mundo: Nestlé.

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ESCENAS DIALOGOS Y DETALLES TÉCNICOS Y ARGUMENTALES QUE NO SE NOS PUEDEN ESCAPAR

  • Productos del Norte ¿perjudiciales para el Sur?
    ¿Es ético comercializar un producto que, por un lado, permite salvar vidas pero que, por otro, si es mal usado, puede producir enfermedades?

  • Regalos a profesionales de la sanidad, por parte de empresas farmacéuticas.
    Como no existe transparencia, los datos son difíciles de contrastar; pero se estima que, en los países de nuestro entorno, la industria farmacéutica dedica cada año entre 6.000 y 10.000 euros por médico (asistencia a congresos con todos los gastos pagados, entradas a eventos deportivos, etc.) A pesar de que diversos códigos éticos advierten sobre estas prácticas, el mundo del visitador médico y de las relaciones farmacia-médico siguen siendo una incógnita. ¿Es ético aceptar estos “regalos”?

  • Publicidad engañosa y sin ética.
    Si nos detenemos en los argumentos dados por Nestlé para defender su actuación, nos encontramos con su siguiente argumentación. Un bote de leche en polvo, en todo su etiquetado, especifica el modo correcto de utilizar la leche, la medida exacta para mezclarla con agua, el modo de empleo y conservación, etc. Que ese bote sea utilizado por una madre que no tiene recursos para pagarlo, o que no tenga acceso a agua potable, es algo que la compañía no puede prever, ¿o sí? A diferencia de otros casos recogidos en películas que hemos mencionado arriba (como, por ejemplo, el de la industria del tabaco que aumentaba la nicotina para generar más adicción), en este caso el dilema es más bien ético. La pregunta (bastante obvia, por otra parte) es: ¿por qué comercializar leche en polvo en una región que no está preparada para un uso correcto, y que por tanto puede generar desnutrición y enfermedades irreversibles en la infancia? ¿Pueden ignorar las transnacionales y la publicidad que un bebé alimentado con leche en polvo en lugares donde el agua no es potable tiene una posibilidad 25 veces superior de morir de disentería que un bebé amamantado?

Preguntas y reflexiones para el debate y la dinamización en encuentros y cine-forums

  • Consumo responsable y boicot a marcas que generan desplazamientos forzados.

    Cuando escuchamos diariamente en las noticias informaciones sobre cifras de hambre en el mundo, miseria o mortalidad infantil en los países del Sur, nos preguntamos: ¿Qué puedo hacer yo ante un problema tan titánico como la pobreza? Podemos comenzar por un consumo responsable, entendiendo por responsabilidad el ejercicio individual de preguntarnos qué guía nuestra compras: ¿el producto más barato? ¿el producto que tenemos costumbre de comprar? También es responsabilidad individual el indagar por ejemplo en qué hay detrás de cada marca. Por nuestra parte como veCINEs, invitamos a que, quien pueda, vea la película Tigers y a que también visite, por supuesto, la página web de Nestle. Nutriéndonos de una y otra visión, podremos actuar ahora para evitar tener que quejarnos mañana por ¡la leche que nos han dado!